25 enero 2012

284.

- Déme usted la mano.
+ ¿La mano?
- Sí. Ahora siéntese a mi lado.
+ ¿A su lado de usted?
- Sí. Ahora míreme usted a los ojos. Lealmente.
+ Ya le miro a los ojos. ¿Hay más que hacer?
- ¿Usted cree que no la quiero a usted, Lulú?
+Sí..., un poco..., ve usted que no soy mala muchacha...; pero nada más.
- ¿Y si hubiera algo más? Si yo la quisiera a usted con cariño, con amor, ¿qué me contestaría usted?
+ No; no es verdad. Usted no me quiere. No me diga usted eso.
- Sí, sí; es verdad.- y acercando la cabeza de Lulú a él, la beso en la boca. Lulú enrojeció violentamente, luego palideció y se tapó la cara con las manos.
- Lulú, Lulú -dijo Andrés-. ¿Es que la he ofendido a usted?.- Lulú se levantó y paseó un momento por la tienda, sonriendo.
+ Ve usted, Andrés; esa locura, ese engaño que dice usted que es el amor, lo he sentido yo por usted desde que le vi.
- ¿De verdad?
+ Sí, de verdad.
- ¿Y yo ciego?
+ Sí; ciego, completamente ciego.